Fue en marzo del 2020 donde todos nos encontramos frente a una situación de pandemia con temor e incertidumbre y es ahora en Agosto, más de un año después, cuando muchas familias tomaron la decisión de asumir los procesos de aprendizaje de sus hijos, con los retos e inquietudes que significaron en su momento.
Pasará aún mucho tiempo y seguiremos recordando a nuestros fallecidos y enfermos, pero también recordaremos las maratones de películas 🎬🍿, series, las comidas con la mesa llena, los juegos y actividades que nos inventamos para pasar el tiempo en casa, que aunque para muchas familias el proceso también fue doloroso ante la pérdida de un ser querido, sobrellevarlo con las personas que más queremos siempre será una motivación que nos permitió y permitirá crecer.
Confiamos que este tiempo para nuestros hijos será inolvidable por ser el tiempo que más pudieron pasar en familia 👪.
Hablando de educación durante este tiempo, fuimos capaces de reconocer lo importante en la formación de nuestros hijos y priorizarla así como conocerlos mejor en cuanto a sus pasiones, gustos, temores y sueños. También aprendimos con ellos y descubrimos que el aprendizaje está en la cotidianidad sin límite de horario ⏰ o estructura, que el juego y el interés son el vehículo innato de la educación y puede superar a la metodología, pero por sobre todo pudimos conectarnos con nuestros hijos para verlos crecer, siendo nuestra presencia en cantidad y calidad un elemento clave para su desarrollo. Confiamos que este tiempo para nuestros hijos será INOLVIDABLE por ser el tiempo que más pudieron pasar en familia 👪.
Aunque se siente que las cosas van retomando la cotidianidad de pre pandemia, no sería justo perder lo que logramos en este tiempo en términos de relación con nuestros hijos, es evidente que entre más cerca y conectados nos encontremos con ellos, crecerán más sanos.
Aprendimos:
a) Que la educación es nuestra principal responsabilidad.
b)Que la confianza es el principal ingrediente, puesto que ellos tienen toda la capacidad de aprender de acuerdo a sus necesidades e intereses.
c) Que fuimos y somos capaces de ser sus principales acompañantes y
d) Que nuestro camino como padres y madres nos exige cuestionar, prepararnos y acompañarnos para ser la mejor versión de nosotros mismos y esto se refleja en nuestro día a día de maternidad/paternidad.
La infancia importa, los primeros años de vida pueden configurar el futuro de una niño. Tenemos solo 1⃣ oportunidad de hacerlo bien.
La infancia importa, los primeros años de vida pueden configurar el futuro de una niño. Tenemos solo una oportunidad de hacerlo bien.
Cualquier inquietud escríbenos a amalgamapedagogico@gmail.com
Atentamente:
Maria Eliza Acosta