Una de las mayores preocupaciones que manifiestan los padres en temas educativos es: La Lectura. En los primeros años sobre su adquisición, luego sobre su calidad y posteriormente entrada la adolescencia la preocupación es acerca del hábito y gusto lector.
Es una preocupación válida y real en el esfuerzo de formar lectores funcionales y hasta utilitaristas, cuando en cualquier contexto educativo y de crianza la lectura marca la diferencia.
En cualquier contexto educativo y de crianza la lectura marca la diferencia
Decodificar unos rasgos no puede ser la meta cuando adquirimos la habilidad lectora, el objetivo tendría que ser el convertir a la lectura en nuestra compañera permanente pues los libros son el primer recurso en cuanto necesitamos investigar y aprender. Por otro lado, cuestionarnos la forma en que muchos tuvimos nuestros primeros contactos con la lectura (no siempre agradable) puede plantearnos dudas e inseguridades cuando se la presentamos a nuestros niños y niñas.
Te queremos sugerir algunos tips para que el proceso sea agradable 👉
El desgaste de los libros es inevitable pero no debe ser un impedimento para su uso
- 📚Familiaridad y acceso, los libros no deben ser objetos extraños o inalcanzables en nuestro hogar, si bien aún en nuestro contexto pueden tener valores significativos para la economía, si desde el inicio todos tenemos acceso a estos (incluyendo a los bebés) iremos familiarizándonos con su uso, sin maltratarlos, pero tener presente que es inevitable su desgaste. Recordemos que esto no debe convertirse en un impedimento para usarlos.
- 📚Despertar el hábito de la lectura, aunque nosotros no lo tengamos, sin olvidar que el ejemplo es importante. Es una gran oportunidad para nosotros también, mediante la lectura compartida en voz alta todos los días en unos 20 min en cualquier momento del día, siendo la hora antes de dormir la favorita de muchas familias. Generamos hábito pero sobre todo se relaciona con placer y tiempo de calidad. Si logramos relacionar la lectura con el placer o buenos recuerdos, el hábito se instaura.
- 📚Los libros, principalmente deben ser aquellos que interesen a nuestros niños o iniciar por libros Álbum que tiene más imágenes que texto. La edad que nos sugieren los catálogos puede ser una referencia, contando con la guía del librero. Si un libro es del interés de nuestros hijos y no está muy distanciado de su edad, es preferible adquirirlo porque va a ser inevitable que se conecten con estos y quieran seguir leyendo, así rompemos la tradición de la lectura como obligación y todo el desgaste que eso significa. Se ha comprobado que aunque los libros sean muy buenos o reconocidos cuando son obligados pierden su valor.
- 📚Evitemos los controles de lectura, el estructurar la comprensión al final resulta tedioso a quien lee. Podemos generar otras estrategias como conversar sobre lo que más le gustó o no, quizá preguntar con qué personaje se identifica en la historia, también pueden hacer un evento o producto al terminar el libro, investigar sobre el autor o versiones de ilustraciones, quizá una representación teatral o juego de roles, así tendrá más sentido y será más divertido.
- 📚Crear la necesidad, tener acceso a libros y engancharse con aquellas historias con las que se identifican hará que nuestros niños y niñas busquen constantemente la lectura como un espacio también de recreación. Si ellos aún no leen o están aprendiendo, la necesidad será el motor central para quizá empezar un proceso formal de aprendizaje de la lectura, aunque muchos niños al iniciar este hábito con el tiempo aprenden a leer, ya que no hay nada mejor que la constancia en temas de lectura.
Se ha comprobado que aunque los libros sean muy buenos o reconocidos cuando son obligados pierden su valor 😔
Es cierto que el acceso a buenos libros tiene que ver con un tema de recursos 💰, tenemos otras opciones, no dejemos de visitar la biblioteca local, estar pendientes de promociones u ofertas de librerías o participar de actividades de mediación lectora que se generan de forma pública y privada, subscribirnos a grupos de lecturas donde facilitan muchos libros virtuales que los podemos imprimir y no dejar de lado acciones como el intercambio de libros.
El hábito de la lectura es uno de los mejores legados que podemos dejarles a nuestros niños, es abrirles a aventuras, a realidades y lugares que además de mejorar su pensamiento y creatividad les permite desarrollar sus emociones, en especial la empatía.
Ojalá que la siguiente pandemia sea el esparcimiento del hábito lector.